Las enfermedades hepáticas en los perros representan unas de las principales causas de muerte en estas mascotas cada año. El hígado es un órgano muy importante para garantizar una vida larga y saludable en los perros.
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El hígado de los perros está en el centro de algunas de las enfermedades que resultan más dañinas para estos animales de compañía. Se puede decir que cuando el hígado de los perros está afectado, la salud del animal tiene todos los números para deteriorarse. Las funciones principales del hígado de los perros, como en los humanos, es la de purificar la sangre, eliminar los residuos tóxicos no deseados del organismo y proporcionar un ciclo de digestión ordenado y sano.
Yendo a lo más práctico, elaboremos en este apartado un sencillo glosario de circunstancias que conducen a la enfermedad hepática en los perros y, para redondear la exposición, los síntomas más comunes que a cualquier cuidador de perros le puede poner en la pista sobre una alteración negativa de las funciones del hígado ¿Nos sigue?
Así, ¿cómo se llega una enfermedad hepática? Los motivos pueden ser:
– Mala calidad de la alimentación.
– Infección bacteriana.
– Infección viral.
– Traumatismo. Un accidente, por ejemplo, el atropello fortuito de un coche o un golpe distinto, un golpe de calor, una subida inesperada de la temperatura, puede desencadenar una dolencia hepática en los perros.
– Medicamentos. Algunos medicamentos recetados a los perros por los veterinarios pueden desencadenar procesos hepáticos no deseados. Entre esos medicamentos, podemos encontrar el acetaminofeno, que, aunque está en todas las afecciones hepáticas por este motivo, no es el único desencadenante. Como se suele decir, consulte a su veterinario sobre este tema tan delicado de la salud de su mascota.
– Sustancias tóxicas. El medioambiente puede devolver un contacto contaminante que resulte fatal para los perros que tienden husmear, olisquear, como hábitos fundamentales de su conducta. Una de las sustancias tóxicas más temidas para desencadenar enfermedades hepáticas son los pesticidas, presentes en el tratamiento de cultivos, huertos y jardines privados y públicos.
– Vacunación. Las vacunas pueden generar en algunas razas de perros una alteración de las funciones hepáticas que resulte a medio y a largo plazo un serio problema para su salud.
– Defectos naturales. Algunos cachorros de perro, también en el caso de ciertas razas o de determinadas combinaciones de ellas, nacen con malformaciones en el hígado obligan al órgano a malfuncionar o a hacerlo de manera muy deficiente impidiendo, por ejemplo, la purificación de la sangre. Esa situación compromete, a su vez, el buen rendimiento de otros órganos a los que está muy ligado el hígado.
– Predisposición genética. Algo que hemos abordado en el ítem anterior, hay una componente genética que también forma parte de las condiciones a las que se tienen que enfrentar los animales a lo largo de su vida.
Una predisposición que pueden corroborar con su experiencia los profesionales que están al frente de una tienda de animales a la que solamos acudir para comprar comida para nuestras mascotas.
– Venenos. Parece obvio, pero hay que incluirlos del mismo modo en esta lista, los tóxicos generan problemas de salud con su combinación química potencialmente afectante.
Y ahora vamos con los síntomas de una afección hepática en los perros:
– Molestias gastrointestinales como vómitos y diarrea.
– Pérdida de apetito.
– Letargo. Un tipo de atonía injustificada en los perros.
– Vientre hinchado y/o distendido
– Heces decoloradas o grises sin motivo alguno.
– Orina sin color.
– Ictericia.
– Aumento de la micción y el consumo de agua.
– Problemas neurológicos severos como convulsiones o una conducta errática en los movimientos del perro, inseguridad por pérdidas de equilibrio ocasionales.
– Infecciones virales o bacterianas.
Se trata de una causa común para los problemas hepáticos para los que existe una prevención, y esta es el cuidado general de la salud y el control de las constantes vitales de los perros que podríamos traducir en vigilar y comprobar como come y como se desenvuelve nuestra mascota. Tan sencillo como eso.