En principio, si tu gato vomita líquido amarillo no debería causarte alarma. Por regla general, ese fluido amarillento es bilis mezclado con ácidos del estómago. Lo más probable es que el gato vomitara con el estómago vacío. Y a menos de que el gato regurgite repetidamente líquido con esa misma apariencia o de que sospechemos que ha podido ingerir algo venenoso; hay que dejarlo estar. Lo mejor que puedes hacer en estos casos, es tener a la mascota en observación un día completo para comprobar que no vuelve a suceder.
Por lo general, la comida ingerida permanece en el organismo del gato durante unas ocho horas. Si un gato vomita después de comer, es fácil que entre los restos de su alimentación se deje ver algo de mucosa. Si el gato vomita líquido amarillento, es obvio que el animal ha regurgitado con el estómago vacío y lo que ves es bilis.
Hay muchas razones para explicar porqué los gatos vomitan repetidamente. Por ejemplo, puede haber ingerido algo que no pueda digerir y que lo que sea esté en su estómago o en su esófago provocándole arcadas.
Enfermedades
Algunas enfermedades serias producen vómitos repetidos en los gatos, como el cáncer, las dolencias hepáticas, los problemas con el tiroides o el llamado gusano del corazón.
Cuando el gato vomita bilis, es porque, como decimos, el estómago del animal está vacío. El ácido biliar irrita la mucosa estómacalis y desencadena los vómitos. Algo que suele ser común entre los gatos a los que se le juntan las comidas.
Si tu gato vomita bilis, cambia el régimen alimenticio. Haz que coma cuatro o cinco veces al día pero con cantidades más pequeñas. O, todo lo contrario, ofrécele comida abundante por la mañana y no le pongas durante el resto del día.
Para algunos cuidadores de gatos, esta es la fórmula que les resulta más adecuada para alimentar a una mascota cuando trabajan fuera y no se está en casa para volver a ponerle comida.
Si este es tu caso, hay sistemas de alimentación temporizada que liberan una cantidad programada de pienso. Un tipo de dispositivo que podrás encontrar y comprar en cualquier tienda de animales especializada.
En el caso de que el gato simplemente tenga un malestar estomacal, muchos veterinarios recomiendan darle de beber a la mascota una taza de té de menta fuerte. Hay que dárselo a beber frío con un gotero. La menta alivia el estómago y reduce las náuseas.
Los alimentos a base de carne en gatos jóvenes pueden ser también agentes provocadores de náuseas. En ese caso, asegúrate de que la carne es un puré y no contiene trozos. También evita los alimentos ricos en sodio, sí en sal, y los que tengan condimentos añadidos.
Algo más. Si encuentras que en los vómitos, además de la bilis, hay sangre, lleva a tu gato con urgencia a un veterinario de confianza, porque podemos estar ante una herida interna, una úlcera o un tumor no detectado.
Si el vómito persiste dos días, también debes preocuparte, y si huele muy mal y lo percibes con materia fecal o tu gato no ha bebido agua en mucho tiempo. La deshidratación es un problema serio en gatos que vomitan de manera muy seguida.
Alértate de igual modo si tu gato vomita pero también muestra otros síntomas, como problemas respiratorios, diarreas, fiebre, apatía, hinchazón abdominal o pérdida de peso.
Por último, cuando lleves el gato al veterinario, no dejes de llevar una muestra de los vómitos para que pueda hacerse una idea de a qué se problema de salud se está enfrentando tu gato. El especialista veterinario podría detectar, en su caso, la presencia de toxinas o la existencia de algún parásito.